martes, 28 de septiembre de 2010

Dura Derrota de los Amigos del Gobierno

NO HAY DUDAS: GANÓ LA LISTA 1
La diferencia numérica es clara y el resultado contundente: la unidad plasmada en la Lista 1, pudo más que el fraude y el clientelismo fogoneado desde el gobierno para sustentar la Lista 10. Perdieron Yasky, los Kirchner y Moyano y sus intentos por sumar a la CTA al proyecto político oficialista. Ganamos los trabajadores y los luchadores y sectores que nos unimos para derrotar a la maniobra K. y defender la autonomía de la central. La CTA entra en una nueva etapa y una nueva oportunidad para ponerla en la calle, como herramienta de lucha, democratizar sus estatutos y colocarla al servicio de la disputa por un nuevo modelo sindical y una nueva dirección democrática y combativa en al movimiento obrero. Más de 200 directivos y congresales electos en todo el país y que integramos la corriente sindical del MST, nos comprometemos a dar esa pelea desde los nuevos puestos de lucha.

Al caer la noche del 23 de setiembre, la suma de las planillas firmadas por los fiscales, marcaban claramente que la Lista 1 había ganado. Por más que Yasky y sus secuaces, al más puro estilo K., realizaron tempranos y reiterados intentos de manipulación mediática, la diferencia a favor de nuestra Lista 1 superaba los 25.000 votos. La Lista 1 ganó en 18 de los 24 distritos electorales. Derrotó claramente a la 10 en Capital Federal, Córdoba, Mendoza, Jujuy, Entre Ríos, Salta, San Juan, Tucumán, Neuquén, Misiones, Santiago del Estero, Corrientes, Chubut, La Pampa, Santa Cruz, Catamarca, San Luis y Tierra del Fuego. Pese a la movilización del aparato de los intendentes y punteros del conurbano, que tampoco lograron la masividad prometida y del inusual despliegue del kirchnerista Sabatella, socio político de Yasky, la diferencia a favor de la 10 en Buenos Aires apenas llegaba a los 6000 votos. En los hospitales y reparticiones, se derrotó claramente a los alfiles del gobierno. Y en las escuelas, esta vez fiscalizadas en su amplia mayoría, se demostró la impotencia de la burocracia Celeste, de repetir el escandaloso fraude de las elecciones de CTERA. Y más allá del monumental fraude en Santa Fe, con secuestro de urnas inclusive, la 10 perdió en Rosario y recibió verdaderas palizas en muchos lugares, como Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy. La banda burocrática de Yasky, Moyano y los K. quedó lejos de tener cualquier sustento científico para atribuirse triunfo alguno.

PERDIERON YASKY, MOYANO Y KIRCHNER
Yasky no quiere tirar la toalla e insiste a través de una gigantesca y costosa campaña de prensa en crear la ilusión de que es el ganador, la pelea está perdida. Pretende confundir con operativos aprendidos en la academia del verso y el doble discurso de los K. Hay que estar preparados y movilizarse para defender el triunfo de la Lista 1. Pero, además de los números, hay un triunfo político que tiene varias razones y deja conclusiones. Porque más allá de los merecidos festejos que los compañeros que hemos confluido en la Uno han realizado en las regiones y lugares de trabajo, hay abierto un debate político que demanda respuestas y hay un claro mandato de iniciar un nuevo período en la CTA, para que además de garantizar que no sea “nunca del gobierno, ni de los patrones”, sea “de los trabajadores” y esté al servicio de sus luchas.

LAS RAZONES DEL TRIUNFO DE LA LISTA 1
La primera razón es los trabajadores votaron contra la subordinación al gobierno y por la autonomía de la CTA. La conducción encabezada por Yasky colocó de rodillas a la CTA ante los Kirchner y pretendió sumarla como sostén sindical (junto al moyanismo) al proyecto político de los K. con miras al 2011. Los trabajadores le dijeron No a los Kirchner. Votaron contra el gobierno y el verso de Yasky que “votando a la 1 se favorece a la derecha”. Mostraron que la aparente recuperación y “fortaleza” que nos quieren vender por los medios y que alimenta la oposición de derecha, tiene patas cortas. No pudieron consolidar el zarpazo con el cual cooptaron primero a Depetris y D Elía y luego a Yasky y una parte de la dirección ceteatista. Y, por más que Yasky, basó su campaña en el apoyo a las medidas “progresistas” del gobierno, primó la bronca de años en que se la pasó aplaudiendo en los actos de Cristina o colocando a la CTA en los actos del PJ K. como cuando la rebelión agraria.
La segunda razón: se votó contra la intención de Yasky de “cegetizar” la CTA, profundizando su curso burocrático. El fraude reciente en la CTERA y la utilización de los punteros K., son dos muestras palpables de una conducción que profundizó el curso antidemocrático de la mano de Yasky. El apoyo de Moyano, con el cual estrechó lazos y se paseó a lo largo y a lo ancho del país, generó el rechazo de la base que no quiere más patota ni verticalismo. La consigna que impulsamos desde nuestra corriente “si votás a Yasky te sale Moyano”, resumió la bronca a la burocracia y el reclamo de miles de trabajadores de cambiar el modelo y de reclamar la personería para la CTA, negada justamente por los K y el mismísimo Moyano.
La tercera razón es que se votó por la necesidad de colocar a la CTA en la calle, coordinando las luchas y al servicio del salario, del 82%, de un nuevo proyecto de país. Hartos de la parálisis a la que fue sometida la central a medida que se fue profundizando su crisis y su enfeudamiento al gobierno.
La cuarta razón es fundamental: fue posible el triunfo porque se logró una amplia unidad en la Lista 1. Porque la confluencia de la Germán Abdala, con la CCC y nuestra corriente, potenció la pelea, la energía militante y puso en pie una conducción distinta que, más allá de matices y diferencias, se unió alrededor de la tarea central: derrotar al gobierno, defender la autonomía y sentar las bases de una oportunidad para iniciar una nueva etapa en la CTA.
La izquierda sectaria protagonizó un verdadero papelón fragmentada en tres listas (PO, PTS y MAS) siendo funcional a Yasky y negándose a pelear por un polo antiburocrático y una mayor unidad. En el camino opuesto al “clasismo” declamado por las tres listas, obtuvieron resultados marginales. Lamentablemente sectores con los cuales compartimos la pelea en la Lila docente y en ATE, tuvieron una política abstencionista, con un efecto similar al de los grupos sectarios que tanto critican.
Estamos convencidos que primó la voluntad en los trabajadores de los gremios y sectores de la central, de producir un cambio en la dirección de la CTA y en la orientación que se viene llevando hasta ahora. Tenemos un debate por delante de cómo hacerlo. Sin lugar a dudas, el triunfo y la unidad en la Lista 1, dan el marco necesario para debatir cuál debe ser ese rumbo.

IMPORTANTES CONCLUSIONES Y DEBATES NECESARIOS
La derrota de la maniobra K y el golpe a las aspiraciones de Yasky, Moyano y el gobierno, siendo la conclusión central de un triunfo claro que debemos mensurar en toda su magnitud, no nos puede hacer perder de vista que hay una crisis muy profunda en la CTA, con riesgo cierto de división y que subsisten importantes debates a encarar para cambiar el rumbo, salir de la crisis e inaugurar la nueva etapa que se necesita.
La crisis de la CTA sin lugar a dudas se profundizó al extremo durante la gestión de Yasky, pero en la génesis de la misma hay también una responsabilidad que viene de antes, que fue debilitando a la central y exponiéndola con la guardia baja a las garras de los K. y su política de cooptación. Por eso es importante reflexionar para corregir la orientación y avanzar hacia una CTA autónoma, democrática y para la lucha como proponemos desde nuestra corriente y hemos coincidido con muchos luchadores con los que compartimos esta campaña.
Hemos vertebrado un gran punto de acuerdo con los dirigentes de la Germán Abdala: la pelea por la autonomía de los K. La política de Yasky impúdicamente alineada con los K, ayudó a clarificar que no sirve una CTA que vaya detrás de proyectos políticos contrarios a los intereses de los trabajadores. Muchos han reflexionado sobre el perjuicio que causó a la CTA el alineamiento en su momento con el Frepaso y la Alianza. No sirve ser “ni oficialistas ni opositores”. Hay que delimitar claramente a la central de los gobiernos patronales y aportar sin titubeos a la construcción de un movimiento amplio de los trabajadores y el pueblo. Asimismo deberemos reflexionar sobre la necesidad de democratizar a fondo la central. Que hoy se plantee objetivamente la posibilidad de división, tiene que ver palmariamente con un método nada democrático plasmado en el estatuto: el sector que pierde se queda por fuera de la conducción porque hay un estatuto antidemocrático que no contempla la proporcionalidad, reflejando las distintas corrientes de opinión. Finalmente, la facilidad con la que “Yasky sacó a la CTA de la calle”, como critica correctamente el nuevo secretario general de nuestra central, tiene que ver con una falta de decisión para organizar y coordinar las luchas, comenzando por los gremios del estado, pero apoyando asimismo las luchas del resto del movimiento obrero, que en su mayoría está enrolado en la CGT. La necesidad de políticas hacia los gremios de la CGT para disputar la dirección y unificar a la clase trabajadora, estuvieron ausentes desde siempre y eso fomentó la fragmentación de los distintos sectores de trabajadores y debilitó a la CTA como alternativa.

LOS DESAFÍOS QUE TENEMOS POR DELANTE
Por lo pronto, tenemos un primer desafío en la inmediato que es defender el triunfo y rechazar toda posibilidad de que los K. pretendan meter por la vía mediática y del fraude, lo que perdieron en la contienda electoral del 23.
Un segundo desafío es hacer realidad lo que correctamente planteó el nuevo secretario General Pablo Micheli: “Hay que poner nuevamente en la calle a la CTA”, para apoyar a Paraná Metal y a todos los que luchan, para pelear por el salario, el 82% real, trabajo genuino para todos como parte de un programa económico social alternativo. En ese camino, preparar un plan de lucha con paro general y movilización.
Un tercer desafío es abordar los debates pendientes para colocar a la CTA en un rumbo correcto. Hacia una nueva dirección para lograr una central independiente, democrática y combativa. Y para abonar hacia un amplio movimiento político a la izquierda del gobierno que recoja distintas tradiciones al servicio de un nuevo proyecto de país, que logre la segunda independencia y el cambio social que hace falta para resolver las necesidades de los trabajadores y el pueblo. Desde la Corriente Sindical del MST y los nuevos puestos de lucha en la CTA, nos comprometemos a profundizar la unidad, encarar estos debates y pelear por el nuevo rumbo que la CTA necesita.

Guillermo Pacagnini
Electo a la Mesa Nacional de la CTA

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Movimiento Socialista de los Trabajadores por una Nueva Izquierda