jueves, 11 de marzo de 2010

Cristina Lanzó el Desafío K: “El Que Tiene Otra Salida, Que la Diga…”

TENEMOS OTRA SALIDA: NO PAGAR LA DEUDA

Escribe: Vilma Ripoll
Frente a intendentes, grandes productores, inversores y otros poderosos, Cristina dio un nuevo discurso. En esta ocasión defendió a rajatabla el pago de la deuda externa y el régimen presidencialista. Nosotros estamos en las antípodas de lo que proponen el gobierno y la oposición patronal. Peleamos por un modelo económico y político alternativo al servicio de los trabajadores y el pueblo.
Uno de los aspectos centrales del nuevo “comunicado” de Cristina fue defender el pago de la deuda ilegítima y fraudulenta, para llevarle tranquilidad a los acreedores: “Quiero asegurarles a todos aquellos que son acreedores de la Argentina que van a cobrar sus deudas, que no voy a permitir que un juez defaultee la deuda…”, “Vamos a pagar, vamos a hacer honor a esas deudas que otros contrajeron…”, “no estoy dispuesta a enfrentar la condena de la historia que significaría fundamentalmente condenar a la Argentina otra vez más al endeudamiento, al default, al no pagar” .
Luego de años de mentir diciendo que no se iba a pagar a costa de sacrificios del pueblo, que la deuda no existía más y otras barbaridades los Kirchner salen a batallar sin ambigüedades por la posición de cumplir con el FMI, el Banco Mundial, el BID, los usureros internacionales y el imperialismo.

SE PELEAN… POR PAGAR
El gobierno y la oposición patronal se matan…por pagar. O, en su defecto, por definir si la plata para pagar sale de las reservas o del ajuste.
Cristina sabe que la “oposición” no tiene un plan alternativo, por eso desafía: “Si no están de acuerdo con esta forma de pagar la deuda, que nos digan cómo hacerlo y si la que tienen ellos es mejor que la nuestra, juro aquí, delante de todos, que voy a adoptar esa forma, pero quiero que me la expliquen“.
La respuesta no se hizo esperar. Cobos, la Coalición Cívica, el PJ disidente, la UCR dijeron como se tendría que pagar la deuda.
Los cercanos a Cobos piden sincerar los números del INDEC, volver a analizar el presupuesto, ver qué recursos se encuentran disponibles y así fomentar la baja del riesgo país con el fin de lograr más finan-ciamiento. En boca de la diputada Fernanda Reyes, la Coalición Cívica plantea que la deuda se discuta en la comisión bicameral. Según el criterio de Carrió no es tan grave tocar las reservas, lo grave es que no intervenga el Congreso. Quieren pagar…con claridad de las cifras y con el aval parlamentario.
Ricardo Delgado, considera que los 4.500 millones de dólares que faltan para cancelar los servicios de la deuda, contemplados en el Fondo del Desendeu-damiento, constituyen una cifra una cifra que no es demasiado elevada y se puede absorber discutiendo un presupuesto bianual. Su jefe político, Francisco de Narváez, afirma que los compromisos de los próximos años se pueden afrontar con la balanza comercial que tenemos por la cosecha, las exportaciones y por los excesos de dólares con que se cuenta. Quieren pagar… regalando los saldos positivos y apelando a la banca privada.
Para un sector del PJ disidente, en la palabra de Rogelio Frigerio, hay que usar las reservas, pero “no de esta forma” sino por medio de un proyecto de ley y asumiendo más deuda. Para pagar…de otra forma y con más endeudamiento.
Mario Broderson, espada económica de la UCR, asevera que el problema consiste en que el presupuesto 2010 tiene cifras de fantasía y propone hacer más automáticos los subsidios y las transferencias a las provincias. Gerardo Morales, Jefe del Bloque de Senadores de la UCR, complementa la idea “…un proyecto de ley complementario para el pago de la deuda que use las reservas como fondo de garantía para operaciones de crédito internacional. Incluso se puede destinar un nivel de reservas al pago de la deuda”. Quieren pagar… repartiendo más fondos y presionando para el ajuste.
Todos, con una u otra formulación, con tal o cual matiz, quieren pagar. No es casualidad, son las mismas opiniones de siempre. Por eso, fueron protagonistas y/o cómplices del plan Brady, del Megacanje y del corralito. Los une una historia de servilismo y de brutales ajustes contra los trabajadores y el pueblo.

¿PRESIDENCIALISMO O PARLAMENTARISMO?: VARIANTES DE UNA FALSA DEMOCRACIA
Cristina le dedicó una parte del discurso en cadena nacional a denunciar la ejecución de maniobras para evitar que llegue al final de su mandato, por eso dijo “yo creo que estamos ante intentos de destitución evidentes…” Cada vez que hay posiciones disímiles a las del gobierno las combaten azuzando el fantasma de la derecha o del golpe.
Sin embargo, el otro punto clave del discurso en cadena nacional no fue cargar las tintas sobre los “destituyentes” sino la defensa del régimen presiden-cialista. Desde el poder apelan a los DNU y a la defensa a ultranza de las decisiones tomadas en la Casa Rosada. Por eso, la presidenta dijo “Sé que la República Argentina tiene un sistema presidencialista, no hay cogobierno con la oposición, no es un gobierno parlamentario. Puede estarse de acuerdo o no con este sistema de gobierno que hemos copiado exactamente de la Constitución de Estados Unidos…”
Los poderes excesivos que la Constitución le otorga al Poder Ejecutivo constituyen una verdadera “monarquía presidencial”, desde la cual manejan el país a espaldas de los compromisos y promesas electorales que formulan, del control del propio Congreso y sobre todo a espaldas de las exigencias y luchas del pueblo cuando se siente estafado.
En el otro polo se ubica la bolsa de gatos de la oposición patronal que integran el PJ disidente, la UCR, la Coalición Cívica, el PRO y el Partido Socialista, la nueva mayoría parlamentaria. Ellos pretenden inclinar la balanza de las decisiones con un mayor peso del Congreso.
Nosotros rechazamos el presidencialismo. Pero esto no significa aceptar cómo válida la disyuntiva Casa Rosada o Congreso. Hacerlo significaría avalar que sólo se puede optar por una decisión tomada entre las cuatro paredes del dormitorio de Néstor y Cristina o por una decisión tomada en los sucuchos parlamentarios de la Banelco, la tranza y la compra descarada de voluntades políticas.
Y, como son todos lo mismo, no se puede descartar que terminen arreglando. Ya se habla de una negociación por el manejo de las reservas, de que la UCR podría modificar la comisión que revisa los decretos y escuchar a Marcó del Pont, mientras que los K dejaron trascender que podría haber una ley.
Ni el régimen presiden-cialista ni el parlamentario sirven para cambiar el actual modelo político, vicioso hasta lo indecible. La historia demuestra que los partidos patronales se pelean y se pelean, pero a la hora de definir, sea en el ámbito que sea, siempre perjudican a los de abajo.

NO PAGAR Y ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Los socialistas revolucionarios no le esquivamos el bulto al debate y mucho menos al planteo firme de nuestra salida alternativa.
Hay que romper con el imperialismo y los organismos usurarios, dejar de pagar la deuda externa y volcar ese dinero a satisfacer las necesidades acuciantes de los de abajo: aumentar los salarios docentes y estatales, crear un plan nacional de obras públicas y construcción de viviendas populares, aumentar el monto de los planes sociales, elevar los recursos volcados a salud y educación, subir las jubilaciones y pensiones; entre otras medidas destinadas a mejorar los ingresos de la población trabajadora, hoy duramente castigados por la inflación, y combatir el desempleo.
Serían las primeras y más elementales medidas de un Plan Económico Alternativo, totalmente distinto al que vienen aplicando los militares del proceso, el PJ y la UCR, opuesto al que delinean el PJ disidente, la Coalición Cívica, el PRO, el PS y las variantes de centroiz-quierda. Le decimos a Cristina y a los falsos opositores “Acá hay otra posición, no hay que pagar la deuda” .
Las decisiones tomadas en Casa Rosada son antidemocráticas. El hecho de votar un presidente por cuatro años no le da al Ejecutivo el derecho de actuar arbitrariamente hasta el final de su mandato. ¿Por qué Cristina que en la última elección sufrió el rechazo de la mayoría de los votantes puede decidir sobre los dineros que son de todos?.
¿Por qué el corrupto de Menem, sobre el que pesan múltiples causas penales y es repudiado por la inmensa mayoría de la población, puede convertirse en el árbitro del Senado y volcar la balanza sobre los problemas más importantes del país? ¿Qué mandato popular respetan los diputados y senadores que critican al gobierno el uso de las reservas, pero que no dudan en proponer otras formas de pago de una deuda ilegítima, que significarán más penurias para nuestro pueblo?
De que democracia hablan si con la última reforma política de los K, con la complicidad de los radicales, buena parte de la oposición y una justicia cómplice, solo cinco partidos están en condiciones de presentarse a las próximas elecciones presidenciales.
Nosotros luchamos para que el pueblo debata y decida en serio, con plena libertad. Para ello proponemos la convocatoria a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que debata la situación, adopte un plan económico de emergencia que al servicio del derecho al trabajo, la salud, la vivienda, rompa con los usureros internacionales, deje de pagar la deuda, reestatice las empresas privatizadas bajo control obrero, elimine el IVA de los productos esenciales, tome el control de las ramas fundamentales de la producción, nacionalice la banca y el comercio exterior.
Una Constituyente que cambie este régimen político antidemocrático, disolviendo el siniestro Senado y reemplazado por una Cámara Única, con diputados electos proporcionalmente, tomando el territorio nacional como distrito electoral único, que combine el ejercicio de los poderes legislativo y ejecutivo para superar la farsa del cogobierno de distintos sectores patronales. Un régimen político donde los legisladores y funcionarios no ganen más que una directora de escuela y no las fortunas que gana el diputado Néstor Kirchner, y donde sus mandatos sean revocables por el pueblo si no cumplen con sus promesas electorales. Un régimen político donde la mayoría de la población tenga acceso a las decisiones fundamentales mediante mecanismos de democracia directa, y el control cotidiano de los actos de gobierno a todos los niveles.
La movilización es la clave para imponer estas salidas de fondo. Pero no alcanza con luchar, también hay que construir una alternativa política que las lleve a cabo. Estas son las propuestas que hacemos desde el MST. Te invitamos a entrar a nuestro partido para pelear juntos para hacerlas realidad.

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Movimiento Socialista de los Trabajadores por una Nueva Izquierda