lunes, 4 de octubre de 2010

INTERNACIONALES: Venezuela

LLAMAMIENTO DE LA UNETE AL I ENCUENTRO NACIONAL SOBRE MODELO DE GESTIÓN SOCIALISTA, CONTROL OBRERO Y PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES



Desde el nacimiento de la Unión Nacional de Trabajadores el 05 de Abril del 2003, uno de los elementos fundamentales de su Declaración de Principios y del Programa de la Central lo constituye "el control obrero", la "eliminación del modelo capitalista" y la "construcción del socialismo".
En ese marco los dirigentes de la UNETE pasamos por diferentes experiencias, desde la toma de las empresas en ocasión al golpe de estado y sabotaje petrolero, momentos en que también nace la Central Sindical y en medio de la contraofensiva laboral ante el lock-out patronal de la burguesía.
Entre ellas, una referencia inicial fue el caso de INVEPAL; empresa tomada por los trabajadores y en cuya acción, momento en que se decide la expropiación en enero del año 2004, estuvieron involucrados dirigentes de la UNETE y URT-Carabobo: comienzo de una praxis sobre el modelo de gestión que se instala y sobre todo el de propiedad, a través de una cooperativa, donde el Estado venezolano tenía el 51% de las acciones y los trabajadores el 49%. Los dirigentes de UNETE sólo hicimos seguimiento hasta el momento en que pasa la empresa a manos del Estado venezolano y nunca orientamos el proceso de organización interna de la producción, de organización de los trabajadores, planificación, distribución y comercialización. Allí se cometieron muchos errores, porque los trabajadores terminamos disputando la dirección de la cooperativa, eliminando la organización sindical y atrapada en un proyecto que, entre otros obstáculos, tenía como enemigo fundamental las transnacionales del papel y la burocracia estatal que subestimó las posibilidades de esta experiencia.
Paralelamente a esto se da el proceso de cogestión en CADAFE, donde nuestra Federación FETRAELEC, participó activamente desarrollando niveles de desarrollo importantes en algunas regiones del país como Mérida y Carabobo, pero que fue rápidamente torpedeado por la tecnoburocracia del Ministerio de Energía y Petróleo y grupos del proceso que se sentían amenazados por el avance de los trabajadores eléctricos.
También pasamos por INVETEX, INVEVAL y otros proyectos más donde en algunos casos como INVETEX el interés del proyecto era de sectores de la burguesía nacional y los trabajadores éramos convidados de piedra, o INVEVAL que nació de la lucha de la clase obrera contra la burguesía apátrida, pero donde nuevamente encontramos obstáculos y dificultades que retrasaron la posibilidad real de convertirse en un proyecto exitoso.
En el marco de los Encuentros Mundiales de Celebración de la Revolución, el tema obligado en varios años siempre fue la recuperación de empresas, el control obrero y el poder para los trabajadores en la lucha anticapitalista y antiimperialista en Venezuela. En 2005 la UNETE, la Central Obrera Boliviana y el PIT-CNT de Uruguay convocan al I Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas memorable por los tres ámbitos de discusión e intercambio:
El laboral, realizado en la UNETE con las centrales sindicales y trabajadores protagonistas de experiencias de los países de América Latina que asistieron.
El intercambio comercial, promovido por el MILCO, MINTRASS y otras Instituciones del Estado y donde se expusieron los productos y servicios de empresas recuperadas por trabajadores y se firmaron importantes convenios.
El encuentro legislativo, liderizado por José Khan, Diputado a la Asamblea Nacional, conjuntamente con Diputados de otros países para analizar las reformas legislativas necesarias para desarrollar el nuevo modelo.
Este Encuentro tenía como objetivo fundamental lograr que el movimiento sindical del continente asumiera esta nueva realidad e incluyera en su programa la recuperación de empresas y el cambio de modelo económico que ello suponía. La UNETE fue la gran convocante y orientadora de este proceso.
En los tiempos que siguieron, al agudizarse las contradicciones internas en la dirección nacional de la UNETE, se produce la expulsión de Marcela Máspero y Orlando Chirino de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, posteriormente, la continuidad de las contradicciones entre los actores sindicales principales, el desenlace del II Congreso de UNETE y la salida de la dirección de la FBT de la central contribuyeron a que se dejara de lado la tarea estratégica de seguir avanzando en la experiencia de control obrero y recuperación de empresas en la lucha por restarle espacio a la burguesía.
Sin embargo, el impulso de la experiencia se mantenía a pesar de la necesaria direccionalidad de una central revolucionaria: Cemento Andino, PARMALAT Machiques, Central Pío Tamayo, Central Motatán, Cumanacoa, donde la UNETE participó a través de dirigentes de algunas corrientes, pero sin una política clara y solo con el débil acompañamiento a los sectores de trabajadores involucrados.
En algunos casos como CEMENTO ANDINO, la tecnoburocracia pactando con la dirigencia sindical de derecha, acabó con la organización y el control de la producción construído por las bases de los trabajadores y nos redujo a nuestro espacio reivindicativo.
En otro ámbito, y durante la gestión de Carlos Lanz al frente de la Presidencia de ALCASA, se logró un desarrollo altamente positivo e interesante en el llamado proceso de cogestión, con los niveles de aglutinamiento y participación alcanzados en ese momento: el lanzamiento de los Consejos de Fábrica que se topó nuevamente con el muro de los factores de poder que vieron esta experiencia como una enorme amenaza.
Por otra parte, desde la posición pública asumida por el propio líder del proceso, comenzó una arremetida feroz e implacable contra los sindicatos y la organización de los trabajadores. Erróneamente se rechazaba la autonomía e independencia de las organizaciones clasistas y se estigmatizaba cualquier destello de avance que desde la clase trabajadora surgiera. No cabe duda que grupos de poder dentro y fuera del proceso tensionaron y se plantearon dividir, cooptar y acabar con la posibilidad de crecimiento que constituía la UNETE como herramienta de lucha a favor del proceso.
A pesar de todas estas dificultades, con el esfuerzo unitario de cuatro corrientes internas, muchas organizaciones de base, sindicatos y federaciones nacionales, en un proceso de convocatoria y debate de cerca de año y medio de duración, pero sobre todo con el empuje y la voluntad de la clase trabajadora, la UNETE logró sortear estas dificultades y culminó con éxito su I Congreso Extraordinario en dos momentos: el 05 de Diciembre de 2009 y el 24 de Abril. Un proceso de relanzamiento y de organización de la central donde se reformaron los estatutos, se renovó y amplió la dirección nacional, se fortalece un espacio de confianza mutua y el sentido y espíritu estratégico de la unidad, donde entendimos que los trabajadores venezolanos creen en la UNETE y nos toca hacer realidad este sueño.
Simultáneamente con este proceso de relanzamiento de la UNETE, y gracias a la lucha de los trabajadores de Guayana y a la decisión del Gobierno Revolucionario se nacionalizó SIDOR y reactivó un debate que hoy se ha concretado en la experiencia de "CONTROL OBRERO EN LAS INDUSTRIAS BASICAS", política que llevaron a las Mesas en Guayana justamente las corrientes que hacemos vida en la UNETE en el mes de mayo de 2009 y que corona con éxito ante el anuncio del Presidente Chávez en enero de este año de transferir la dirección de las empresa a los propios trabajadores.
También en el sector eléctrico y como parte de la lucha de los trabajadores en el marco de la discusión del contrato colectivo y después de muchas denuncias por la falta de inversión en el sector, la Federación Eléctrica (FETRAELEC) logra con la decisión del Gobierno también ser incorporada al Estado Mayor Eléctrico y en este sector se avanza en un interesante proceso de construcción de un nuevo modelo con la participación de los trabajadores.
Con la nacionalización de SIDOR, se produce un cambio de orientación en el gobierno de acompañamiento de la clase en la recuperación de empresas del sector agroindustrial, pesca, hotelero, transporte, distribución y comercialización de alimentos y otras, que han permitido en muchos casos mejoras en las condiciones socio-económicas de los trabajadores. Pero más allá de eso, hay un intenso debate sobre el modelo de gestión y participación de los trabajadores donde la mayoría de los Gerentes se convierten en un obstáculo contrarrevolucionario en el proceso de desmantelar la vieja estructura interna capitalista de las Empresas. Desvirtúan el protagonismo y la autonomía de los trabajadores para construir organizaciones subordinadas a la Gerencia, satanizan las organizaciones propias de los trabajadores e impiden que sindicatos que avanzan y se entienden como instrumento para la transformación participen junto a los trabajadores en los procesos de dirección, planificación, producción, distribución y comercialización de las empresas.
Partimos de que cada experiencia que la clase obrera construya en nuestro país no puede estar aislada del desarrollo de la propia clase, la cual debe ser alimentada con la participación de todos los sectores de trabajadores.
A la burguesía y a la tecnoburocracia le conviene aislar los procesos, fragmentar las fuerzas revolucionarias en la producción, desmoralizarnos y acabarnos.
A la vanguardia obrera le corresponde el papel revolucionario de fortalecer la UNETE como factor aglutinador, promoviendo el debate, participando en la discusión y construcción, descubriendo los obstáculos, allanando el camino, intercambiando experiencias y sumando la fuerza de la clase obrera venezolana.
Por eso el llamamiento a retomar nuestro papel estratégico contra las personificaciones del capital: la burguesía y la burocracia. De allí, nuestra contribución consciente en la transición revolucionaria:

El debate y la praxis sobre el Modelo de Gestión Socialista y la Planificación del Control Obrero.
Construir una política de la UNETE, a partir de los trabajadores como protagonistas de sus experiencias, dirigida a la construcción de un nuevo modelo de organización y participación de los trabajadores, sean sindicatos o consejos, como herramientas autónomas para la profundización de la Revolución Bolivariana, Continental e Internacional.

¡Viva la Lucha de los Trabajadores y los Pueblos Explotados del Mundo contra el Capitalismo!


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Movimiento Socialista de los Trabajadores por una Nueva Izquierda