domingo, 3 de enero de 2010

Un Momento de Reflexión Antes del Próximo Congreso de la FUBA

Hallú reelecto con represión y complicidad del Gobierno Nacional
¿Estuvo la FUBA a la altura de las circunstancias?


El Gobierno Nacional facilitó el Congreso y dispuso un fuerte operativo represivo. Los K, junto a radicales y peronistas de la UBA, apostaron a la represión para mantener el modelo universitario de completa subordinación a los intereses de las grandes multinacionales. Frente a una asamblea cada vez más deslegitimada, que sesionó sin la participación del 40% de sus miembros, la FUBA no supo coordinar a los sectores que se oponían a la realización para lograr el levantamiento de la asamblea.

Hidrantes, gases, palos y patotas
El lunes 14 de diciembre los sectores unidos bajo la candidatura de Hallú, verdaderos gerentes de la UBA; transformaron el reclamo de “mayoría estudiantil de los organismos de gobierno de la UBA” por el de “mayoría policial”. Una vez más –como pasó en 2006- recurren a represión policial para garantizar la continuidad de un modelo universitario completamente decadente y antidemocrático. Nuevamente y de manera descarada, el Gobierno K garantizó palos y gases durante más de una hora a estudiantes y docentes que nos movilizamos. Para que no queden dudas, Aníbal Fernández destacó el accionar policial. Y no debe sorprendernos.
Es que lo que esconde la ausencia de debate, el apuro y la intentona de anticipar las elecciones de rector; es llegar a un 2010 con las menores fisuras, para garantizar las dos caras del modelo universitario presente: ahogo presupuestario cada vez mayor combinado con extraordinarios negociados para las grandes corporaciones capitalistas. Son de público conocimiento los deseos de Hallú (que unos días antes publicitó su adhesión al gobierno nacional), de acreditar a todas las facultades de la UBA a la CONEAU, organismo compuesto por sectores privados y religiosos que evalúa los planes de estudio de las carreras para adaptarlos a la lógica del mercado capitalista. Lo que mencionamos y muchos negocios más como postgrados arancelados, convenios de pasantías con empresas explotadoras como Kraft-Terrabusi; son parte de la agenda de la gestión que se viene. Más allá de que Hallú se dice legitimado, no caben dudas que lo de ayer denota lo contrario. No solo por el marco irregular, sino también porque de 236 solo 144 consejeros votaron su lista única, sin mencionar que a muchos les prohibieron el ingreso y otros decidieron no ingresar por la brutal represión que se estaba dando afuera del Congreso. Desde el MST y otras agrupaciones y partidos de izquierda propusimos impedir la asamblea y una vez desatada la debacle, llamamos a no ingresar a convalidar esa asamblea ilegitima y trucha.

Una FUBA estéril para los cambios que hacen falta
Cabe preguntarse por qué si en el marco de todas estas irregularidades, de la crisis que tienen las camarillas por el reparto de la torta y de que no ingresaron 91 consejeros (casi el 40 % de la totalidad); no se pudo quebrar la intentona de hacer la asamblea universitaria. ¿Como puede ser que una asamblea tan deslegitimada no pueda impedirse? ¿Por qué la FUBA como conducción de los estudiantes no pudo impedirlo? No se puede caer en el reduccionismo de que los estudiantes no están movilizados porque estamos en diciembre o porque no vienen estando a la cabeza de las últimas luchas del país. O peor aún, decir que la gestión de la UBA posee una fortaleza tal que nos coloca a la defensiva a los estudiantes y docentes, y que por ende sólo nos podemos limitar a denunciar y a esclarecer al conjunto. Estos son los argumentos que esboza la conducción de la FUBA, hoy dirigida por PO, para justificar su política escéptica de la movilización de los estudiantes y oportunista y funcional a Hallú. Funcional y oportunista porque previo a la asamblea universitaria, el centro de la política de la conducción de la FUBA, era intentar hablar en la asamblea para esclarecer y denunciar a las camarillas. Es decir, utilizar las gradas institucionales como tribuna de su política, olvidando que había una asamblea por impedir. El PO no puso sus esfuerzos en pensar como impedir la asamblea, movilizar más estudiantes o articular con otras corrientes; sino en como lograr ingresar a la asamblea y esbozar su política, siendo totalmente funcional a Hallú en su afán de legitimidad. De hecho con represión mediante, parte de sus consejeros hablaban en la asamblea. Algo similar ocurrió el año pasado, cuando nos metieron una de las reformas del estatuto más rancias y privatistas de los últimos 30 años. Mientras algunas organizaciones estábamos intentando tirar las vallas para impedir esa reforma, el PO colocó un cordón de seguridad con sus militantes en defensa de la realización de la asamblea, para que sus consejeros se contenten con bramar desde su púlpito las descripciones de lo malas que son las camarillas.
Peor aún es el escepticismo de la conducción de la FUBA y algunas corrientes como “la mella” para con la movilización de los estudiantes y el consecuente triunfo de la lucha. Este sentimiento decantó en recalcar sistemáticamente que no estaba planteado impedir y que la movilización se limitaría a embarrar una asunción de rector ya preestablecida. ¿Pero acaso la historia no demostró que la movilización combinada con la crisis del régimen y una dirección consecuente y sin vacilaciones puede voltear candidatos? ¿Qué hubiera pasado en el 2006 si a Alterini sólo le hubiéramos ido a embarrar la cancha? Lamentablemente a diferencia del 2006, este año no se pudo hacer contrapeso a estas políticas de PO en la FUBA. Otras corrientes con inserción en el movimiento estudiantil como la corriente o la mella, intentaron esbozar políticas distintas, pero sin llevarlas a fondo. Una de ellas, era intentar impedir la asamblea antes de que lleguen los consejeros y otra era articular con otros sectores de graduados y profesores, que a pesar de diferencias abismales, hubieran sido de utilidad para remarcar la ilegalidad de la asamblea.

La reforma de los estatutos es más necesaria que nunca
Para que un pequeño grupo de buitres dejen utilizar la UBA para llenarse los bolsillos haciendo negocios con las empresas, es necesario que pierdan el control monopólico que los arcaicos estatutos les confieren. No puede ser que 144 hayan decidido por 200.000 estudiantes, 30.000 docentes y 20.000 no-docentes. Si podemos votar al presidente del país… ¡por qué no podemos elegir entre todos al Rector y a los Decanos! Para democratizar la UBA se requiere la Elección directa (1 persona = 1 voto) de todas las autoridades. Es necesario además, que los órganos de co-gobierno expresen la real composición de la comunidad universitaria. Consejo Superior y Consejos Directivos tienen que contar con Mayoría Estudiantil, porque esa es la verdadera conformación de la comunidad universitaria. Necesitamos la unificación de los claustros graduados y profesores, para impedir que sólo una elite de Profesores Adjuntos y Titulares decida nuestro destino y para que el conjunto de los docentes pueda participar. Los no-docentes deben tener voz y voto, ya que son parte de la vida cotidiana de la UBA en bibliotecas, mantenimiento y cientos de tareas invisibles a los ojos de las camarillas.
Lo que ayer quedó al desnudo es la completa decadencia y antidemocracia que existe en la UBA, por eso es clave pelear con toda la fuerza para democratizarla desde la raíz. Es un paso ineludible si queremos construir un modelo de universidad comprometida con los intereses del pueblo trabajador y con la transformación social.


•Repudiemos la represión policial orquestada por el Gobierno y el rectorado del 14/12! Fuera Hallú y los negociados de la UBA!

•Más presupuesto para la Universidad, basta de ajuste del Gobierno K y complicidad de las gestiones de la UBA.


•Reforma de los estatutos y democratización de la UBA ya! No a la CONEAU y todas las medidas privatistas!

•Por una Universidad que produzca conocimiento al servicio de los trabajadores y de la transformación social.





Propuesta del MST al Congreso FUBA
Necesitamos Centros y FUBA distintos, a la altura de la etapa que viene

Lo que enfrentamos ayer, es un capítulo más de los momentos que viviremos en el próximo período. La crisis capitalista está achicando todos los márgenes de los gobernantes, empresarios y burócratas sindicales. El cambio profundo se hará más necesario que nunca y, a la vez, absolutamente incompatible –e intolerable - a los intereses del sistema. Nos preparamos entonces para duras batallas. No por la fortaleza del enemigo, sino porque ve cuestionada su continuidad. Será muy necesaria la unidad entre los sectores que estemos dispuestos a dar esta lucha. Unidad que sólo es posible si se sostiene en la decisión del conjunto y permite convivir a las distintas expresiones que tienen vida real entre los estudiantes, sosteniendo la pluralidad y el debate, avanzando en la pelea. Desde el MST pensamos que esto no sucede en la FUBA ni en los Centros conducidos por PO-PTS o los independientes de La Mella. La descoordinación y la completa falta de política para articular una respuesta de todos los sectores que no ingresaron a la Asamblea (más allá de las conocidas diferencias que tengamos) son manifestación de una visión cerrada, orientada sólo por las necesidades del PO.
También las vacilaciones en la elección de Decano en Filosofía y Letras donde PO y PTS se negaron a tomar la facultad para enfrentar la elección y las agresiones sufridas por los estudiantes ese día. O peor aún en Exactas, donde militantes de La Mella se negaron a repudiar la elección de decano y la defendieron, manifestando que ellos no iban a respetar ninguna asamblea, porque ya tenían decisión interna tomada de no impedir la misma. Este modelo de centros y la FUBA es estéril para movilizar a los estudiantes contra el gobierno K, el Rectorado y las gestiones de las facultades. Estamos convencidos de que el histórico triunfo de los trabajadores del Subte pone de manifiesto no sólo la necesidad, sino la real posibilidad de instalar en las organizaciones de lucha un nuevo modelo sindical. El movimiento estudiantil no es la excepción. Con la vista puesta en estos cambios necesarios, vamos al próximo Congreso de la FUBA, bregando por la mayor unidad. Pero no una unidad electoral para el repartirse los cargos de la federación, sino una unidad que represente una verdadera voluntad de coordinación entre las diversas fuerzas, para llevar adelante los cambios mencionados. Se vienen momentos definitorios, cuyos resultados van a teñir la realidad durante largo tiempo. No queremos un congreso de la FUBA que sólo se dedique a renovar autoridades sin discusión alguna (eso sería repetir el modelo de Hallú en nuestros propios organismos). Queremos elaborar un plan de lucha, y luego elegir una dirección unitaria que se juegue por darle verdadera fuerza y llevarlo a cabo. Por eso, junto con pelear en las calles y en las facultades para democratizar la UBA, estamos comprometidos en la lucha por un modelo de Centros de Estudiantes y por una FUBA a la altura de la transformación social necesaria para cambiar la Universidad y el país.


• Por una FUBA y Centros unitarios, democráticos y combativos para ganar las luchas que se vienen!

JUVENTUD SOCIALISTA - MST Nueva Izquierda

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Movimiento Socialista de los Trabajadores por una Nueva Izquierda