viernes, 15 de octubre de 2010

C.A.B.A.: Comisión Investigadora

DAR VERGÜENZA ES PRO
Marcelo Parrilli, Diputado de la Ciudad
MST - Nueva Izquierda

El martes 12, la comisión investigadora finalizó su reunión entre gritos, insultos y empujones. Los periodistas de Canal 7, Fernando Alonso, y de Radio Nacional, Claudio Leveroni, denunciaron que fueron golpeados por asesores del PRO y personal de seguridad de la Legislatura. Los cruces nos incluyeron a varios diputados…
El clima ya se venía calentando desde hacía rato, porque las declaraciones de los principales testigos reafirmaron la responsabilidad de Mauricio Macri en las escuchas ilegales y en el nombramiento del “Fino” Palacios y Ciro James en la Policía Metropolitana.

TESTIGOS QUE DAN TESTIMONIO
Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA, es uno de los espiados. Su declaración acusando a Macri dejó muy mal parados a los diputados del PRO, quienes por tres horas lo acosaron con chicanas, amenazas y preguntas repetidas una y otra vez. Sin respeto ni vergüenza, trataron de hacer de la víctima un sospechoso. Lo mismo intentaron antes con su hija y su esposa. “Palacios me escuchaba por orden de Macri”, afirmó Burstein.
El macrismo ya venía mal de las audiencias previas. El lunes 4 el primer testigo, el funcionario judicial Agustín Gamboa, confirmó que a pedido de Palacios recibió en su despacho al jefe policial Ricardo Ontiveros y a James. Es decir, James no era un topo suelto sino amparado por la cúpula policial. Ante nuestra pregunta sobre la integración de esa cúpula con represores de la dictadura, Gamboa dijo que se debió “conformar con personas que tengan idoneidad ética y moral”.
El martes 5, dos funcionarios de la Universidad de La Matanza, aún reconociendo que James trabajaba allí, dijeron que no lo recomendaron como asesor en el Ministerio de Educación porteño sino que lo designaron sus autoridades.
El mismo día declaró a pedido nuestro Eduardo Barcesat, reconocido constitucionalista y abogado de derechos humanos. Expuso los requisitos constitucionales de idoneidad para designar funcionarios públicos: “Ningún segmento del aparato de Estado proveniente de la dictadura militar debía ingresar al estado de derecho…” Cuando le preguntamos si Macri infringió esos requisitos, no dudó: “Es una grave falta, una violación de los deberes de funcionario público.”
Los días 5 y 8 atestiguaron dirigentes de la comunidad argentino-árabe: Alejandro Salomón, Gustavo Moussa, Alejandro J. Salomón y Hamid Dib, todos de FEARAB. Rechazaron la ingerencia israelí y norteamericana en el diseño de la Metropolitana y el nombramiento como su vocero de Alejandro Mellincovsky, ex vocero del ejército israelí. Aportaron un video en donde Macri repite en varios programas que dos veces, en 2002 y 2007, consultó a las embajadas de los Estados mencionados, a la DEA, CIA y Mossad, y que todos le recomendaron a Palacios para dirigir su “nueva” policía. Como a Burstein después, el PRO los hostigó.

DE MAL EN PEOR
Aunque en la oposición legislativa hay sectores “pro PRO” (ver nota), en el último tiempo el declive político del macrismo se acentúa. El bochorno en la investigadora es una nueva expresión de ese desgaste, pero no la única.
A nivel electoral, así Macri baraje alianzas con Eduardo Duhalde o Francisco De Narváez, en las últimas encuestas su imagen ha bajado varios puntos. Y crecen sus roces con Gabriela Michetti por la indefinición de la candidatura para la jefatura de gobierno.
Con la justicia no le va mejor. Sus tres legisladores más notorios, Ritondo, Borrelli y Martín Ocampo, han sido denunciados penalmente por difundir la ubicación de antenas secretas de la SIDE. Un funcionario suyo, Martín Farell, fue imputado en la causa por el derrumbe mortal de Villa Urquiza. Y un asesor y aliado político importante, el ex titular de la SIDE Miguel Ángel Toma, acaba de ser procesado por contrataciones irregulares.
Con este panorama, y sobre todo si el pueblo de la Ciudad incrementa sus luchas y su participación, la crisis de Macri y el PRO sin duda habrá de ofrecernos nuevos episodios.

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Movimiento Socialista de los Trabajadores por una Nueva Izquierda