viernes, 21 de mayo de 2010

Ciudad de Buenos Aires

Que se vayan Macri y su policía
El martes 18, por los escándalos en la Policía Metropolitana, en la Legislatura porteña fue interpelado el ministro Montenegro. Más allá de nuestras críticas hacia él, nuestra posición es que se le debe iniciar juicio político al máximo responsable de gobierno: Mauricio Macri.

Marcelo Parrilli, Diputado de la Ciudad (MST-Nueva Izquierda)
Las compañeras y compañeros lectores de Alternativa Socialista sabrán disculpar la brevedad de estas líneas, que estamos escribiendo al terminar la sesión especial de interpelación al ministro macrista de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro.
Fueron casi siete horas durante las cuales donde abundaron las chicanas de uno y otro lado, las evasivas o directamente las no respuestas del ministro y más de una provocación de diputados oficialistas del PRO, pero muy pocas posiciones de fondo. Dejando de lado las pirotecnias verbales, es evidente que los bloques de oposición atan su estrategia legislativa a lo que vaya sucediendo en los tribunales judiciales.
No es nuestro caso. Sin dejar de tomar en cuenta las circunstancias de la causa judicial, nosotros no supeditamos nuestra posición política y legislativa a lo que haga o deje de hacer tal o cual juez o tribunal. Así lo señalamos en nuestra intervención. Y por eso hemos presentado hoy mismo, antes de la sesión, el proyecto de juicio político a Macri cuyo texto reproducimos en estas mismas páginas y que lleva el Nº de Expte. 1262-D-2010.
Como lo dijimos en nuestra exposición, un juicio político es de una naturaleza totalmente distinta a un juicio penal. En esta Ciudad hubo un jefe de gobierno destituido a través de un juicio político, mientras que en la causa penal correspondiente ni siquiera fue llamado a indagatoria.
Nosotros estamos convencidos de que por encima de las decisiones cuestionables tomadas por el ministro Montene-gro, la responsabilidad política fundamental por la creación, la implementación y la integración represiva de la Policía Metropolitana le cabe al ingeniero Mauricio Macri. La decisión política de Macri de poner en los máximos mandos de dicha policía, un órgano supuestamente encargado de cuidar a la población, a oficiales que actuaron en el aparato represivo y de inteligencia de la dictadura es una causa de mal desempeño en el ejercicio de sus funciones.
Con el mismo criterio de independencia en relación con la justicia, venimos afirmando que no corresponde nombrar como jefes policiales a quienes revistaron en fuerzas de represión durante el terrorismo de Estado, como lo ha hecho Macri. Si un proxeneta como el ex comisario Miguel Ángel Fausto Colombo, que cobraba coimas en prostíbulos, tuvo que ser separado de la Policía Metropolitana, ¿con qué argumento mantienen en la conducción de la Metropolitana a oficiales como Ricardo Ferrón, que actuaron en el aparato represivo y de inteligencia de la última dictadura militar? ¿Qué idoneidad, ética pública y compromiso democrático de defensa de los derechos humanos podrían tener como para premiarlos desde el Estado con un alto cargo y nada menos que en un cuerpo que se supone responsable de la seguridad ciudadana?
Por el juicio político para destituir de su cargo a Mauricio Macri como jefe de gobierno de la Ciudad, y por la disolución de la Policía Metropolitana, esa verdadera Federal II conformada con lo peor de la Federal, es que desde nuestro espacio político MST-Nueva Izquierda llamamos a todos los organismos de derechos humanos, a los centros de estudiantes, a las organizaciones democráticas y a los partidos de izquierda a iniciar desde ya mismo una gran campaña en conjunto por ambos objetivos.

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