ROTUNDO FRACASO CON LÓGICA CAPITALISTA
La prensa mundial denominó como “fracaso” a las negociaciones desarrolladas en la “Cumbre por el Cambio Climático” realizada en diciembre. De lo único que se habló a la hora de propuestas concretas fue de dinero.
La prensa mundial denominó como “fracaso” a las negociaciones desarrolladas en la “Cumbre por el Cambio Climático” realizada en diciembre. De lo único que se habló a la hora de propuestas concretas fue de dinero.

Durante un nuevo y frustrante encuentro de líderes mundiales para resolver la cuestión del calentamiento global fueron más las medidas propuestas que rozaron lo irrisorio que las proposiciones de verdaderas soluciones a una problemática de semejante gravedad y alcance mundial. A pesar de las manifestaciones de miles de militantes europeos que se reunieron en las calles de la capital danesa para expresar su descontento con las políticas desarrolladas por las potencias en dicho terreno, los líderes mundiales hicieron oídos sordos. Así fue que se propuso la creación de grandes fondos con miles de millones de dólares para los mas diversos objetivos, pero no se habló de modificar de raíz las actividades económicas del hombre, que han producido, en los últimos 200 años de capitalismo, más daño a si mismo y más destrucción a su medioambiente que en los miles de años anteriores que llevamos como especie animal sobre la tierra, viviendo y reproduciéndonos. Los capitalistas no pueden imaginar la solución de ningún problema sin dinero de por medio. Esa omnipotencia compradora de realidades encontró un certero tope en el clima y su modificación cada vez más amenazante para la especie humana.
TODO SU DINERO ES PAPEL MOJADO

De esta manera resulta hasta iluso pensar en la probabilidad de que las economías más desarrolladas (EEUU, China y los principales países de la Unión Europea) pongan algún tipo de freno a su consumo de combustible (actividad económica) en beneficio de la totalidad de la población mundial. Es mas, todo lo contrario, pues constantemente piratean al resto de los países para sostener ese consumo. Por eso sus “máximos esfuerzos” sólo llegan a formales compromisos que nada significan en verdad, declaraciones vacías, buenas intenciones que rebuscan desesperadamente la solución dentro de su lógica de consumo.
Lamentablemente, el enfrentamiento del hombre con la naturaleza ha llegado a instancias tan ineludibles y obvias que está claramente planteada la posibilidad de una destrucción masiva de gran parte de la humanidad y del planeta. Y la burguesía internacional no está preparada, está desconcertada... todo su dinero resulta papel mojado ante la enorme magnitud del problema, que es incapaz de resolver por su propia constitución de clase.
LA PAJA Y EL TRIGO, ¿LAS SEPARAMOS O DA LO MISMO?
El lugar que ocuparon los países cuyas economías están en vías de desarrollo fue una clara muestra de la visión del mundo que tienen los grandes imperialistas.
Con una enorme dosis de hipocresía, los países centrales se comprometieron a designar miles de millones de dólares para ayudar a los “subdesarrollados” a “desarrollarse” brindándoles financiamiento y tecnologías “limpias”. Y con mayores dosis aún de impunidad, la mayoría de los representantes de los países pobres aceptaron contentos la promesa de millones frescos para sus corrupciones.

Entonces vemos claramente cómo nuestros gobiernos son cómplices de los imperialistas, cómo trabajan en equipo y cómo se las arreglan para explotar más y mejor a los pueblos y a la naturaleza. Mas allá de las diferencias obvias entre ellos, sus acciones provienen del mismo molde, por así decirlo. Es el capitalismo el que determina los lugares que ocupa cada país en la economía mundial, y son los gobernantes los que encasillan al país en ese lugar, siempre a costilla de la salud y la dignidad de su pueblo.
¿Y CÓMO SE SALE DE ESTO?
Los ecosocialistas pensamos, sin lugar a dudas, que no hay posibilidad de revertir este proceso de destrucción y barbarie dentro del marco del sistema capitalista, con sus gobiernos y mediante sus instituciones.
Entendemos que sólo la planificación democrática de la producción puede armonizar la relación del hombre con la naturaleza. Una planificación donde podamos determinar cuales necesidades son las más importantes para satisfacer y, en función de ellas, determinar el consumo de materiales, energía y trabajo.
Pero la planificación de la economía choca de frente con la esencia del capitalismo que sólo propone consumo y más consumo. Que a los pobres nos obliga a comprar el agua y la comida cada vez más cara y degradada mientras que a los ricos les brinda robots sirvientes, teléfonos celulares, autos y protección nuclear antiterrorista. Ahí se muestra abiertamente la necesidad de la revolución socialista para resolver los grandes problemas de la humanidad, una revolución que implique una enorme transformación en lo económico, lo político y lo cultural, para que “ser” deje de significar “tener”.
Sin embargo, la revolución no viene sola. De la misma manera que la destrucción que estamos presenciando es el resultado de una política concientemente aplicada, la oposición no puede ser menos. Sólo será posible mediante la acción conjunta de las personas organizadas. Por eso invitamos a todos a sumarse a Ecosocialismo, a sumarse al MST, para poder construir una alternativa cada vez más sólida y clarificada, una propuesta ecosocialista para que los pueblos tomen en sus manos rápidamente el timón de sus destinos.
Vicente - Alternativa Ecosocialista (Córdoba)
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